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En un mercado laboral cada vez más competitivo, donde la conciencia sobre el bienestar y la salud ha alcanzado una relevancia sin precedentes, invertir en calidad del aire interior (IAQ) en los espacios de trabajo no solo es una decisión ética, sino también una estrategia inteligente para el éxito empresarial.
El conocimiento de los parámetros de IAQ es un principio central para lograr el bienestar en el lugar de trabajo. Esto se debe en gran medida a las consecuencias devastadoras que la mala calidad del aire puede tener para la salud, pero también a las preocupaciones del personal sobre el aire. Por ejemplo, un estudio reciente sobre trabajadores de oficina informó que el 74% de los participantes estaban ansiosos por el IAQ de su lugarde trabajo, y casi la mitad se describía como "extremadamente preocupado".
No abordar la calidad del aire interior también puede dar lugar a una serie de síntomas denominados colectivamente “Síndrome del edificio enfermo”, que incluyen dolores de cabeza, erupciones cutáneas, problemas sinusales y dificultad para concentrarse, todos los cuales son perjudiciales para el bienestar en el lugar de trabajo.
Al mismo tiempo, una IAQ deficiente obstaculiza las funciones cognitivas y dificulta que los trabajadores se concentren en las tareas, piensen creativamente, tomen decisiones y resuelvan problemas, lo que también afecta negativamente la productividad y los resultados comerciales. Se ha demostrado que mejores tasas de ventilación pueden reducir el ausentismo en un 35 % y aumentar el rendimiento en el lugar de trabajo en al menos un 10 %.
La implementación de un sistema de monitorización continua de calidad del aire interior permite recopilar información sobre el aire que respiran los empleados e implantar medidas para mejorarlo. Para ello, es necesario que cuente con una plataforma que recoja los datos de los sensores en la nube y los convierta en información útil para facility managers y usuarios del edificio.
Nuestra plataforma digital, My inBiot, es fácil de usar y brinda información detallada y visual del estado y la evolución de la calidad del aire interior, permitiendo tomar decisiones informadas sobre cómo mejorar el aire y la eficiencia del edificio. No todos los dispositivos IAQ pueden conectarse a un dashboard online, por lo que, a la hora de elegir, es importante asegurarse de que tenga conectividad a internet y que sea compatible con plataformas digitales. Con opciones de conectividad WiFi, NB-IoT, Sigfox y LoRaWAN, nuestros dispositivos MICA se adaptan a los requerimientos de cualquier proyecto, permitiendo el seguimiento y análisis de los datos en la plataforma My inBiot o en plataformas de terceros mediante API pública. Acreditados por RESET, cuentan con sensores de alta precisión y lifespan de más de 10 años, combinando rendimiento y coste, garantizando así la calidad en la monitorización del aire interior.
Las encuestas y las investigaciones revelan que, si bien la COVID-19 ya no es una prioridad, la calidad del aire interior todavía lo es. La mayor conciencia y preocupación por los problemas de IAQ es ya una parte establecida de nuestra sociedad.
En este sentido, contar con certificaciones de edificios centradas en el bienestar y la calidad ambiental puede ser un factor diferenciador clave, tanto en términos de imagen corporativa como en la atracción y fidelización del talento, alineándose con las mejores prácticas de gestión.
Las soluciones de calidad de aire de inBiot permiten obtener valiosas certificaciones como WELL, LEED o BREEAM, ayudando a las empresas a demostrar su compromiso con la salud y el bienestar de su equipo. Este enfoque proactivo no solo atrae a candidatos que valoran el buen ambiente laboral, sino que también demuestra un compromiso con la responsabilidad corporativa y el desarrollo sostenible.
Nuestras soluciones también permiten compartir los datos de calidad del aire en tiempo real, lo que fomenta la transparencia de la empresa y la satisfacción de la plantilla. Los trabajadores que se sienten valorados y cuidados tienden a permanecer en la empresa a largo plazo, reduciendo así los costes asociados con la rotación de personal y garantizando la estabilidad y continuidad en el equipo.
La monitorización de la calidad del aire interior también representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y el ahorro energético. Al optimizar la ventilación, calefacción y refrigeración según las necesidades reales, se reduce el consumo innecesario de energía, lo que mejora la eficiencia operativa y reduce los costes a largo plazo.
Por esta razón, un sistema IAQ efectivo debe poder integrarse con los sistemas de gestión de edificios existentes. A través de los protocolos de comunicación Modbus RTU (RS485), Modbus TCP (inalámbrico), API y MQTT, los dispositivos MICA pueden integrarse con sistemas BMS (Building Managment System) para la regulación de sistemas HVAC. De esta manera, se puede automatizar el funcionamiento de los equipos para alcanzar importantes ahorros energéticos garantizando en todo momento óptimos niveles de calidad del aire.
Además, la reducción del consumo de energía contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y al cumplimiento de objetivos de sostenibilidad ambiental. Al adoptar medidas proactivas para mejorar la calidad del aire interior, las empresas no solo están invirtiendo en el bienestar de sus empleados, sino que también están demostrando su compromiso con un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
En definitiva, mejorar la IAQ no es sólo una iniciativa de bienestar, es una estrategia clave que ayuda a atraer y retener a los mejores talentos, mejorar el desempeño de la fuerza laboral, ahorrar energía y posicionarse como una empresa responsable con las personas y el medio ambiente.