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“Versión 2023” (cálc
“Versión 2023” (cálculo modificado en base a RESET)
La transmisión de virus en espacios interiores es tan compleja y diversa, que puede cambiar significativamente en función del tipo de virus. Hay varios parámetros clave relevantes en los espacios interiores, como la temperatura, la humedad relativa, la eficacia de la ventilación calculada a partir de la concentración de CO₂, o las partículas en suspensión presentes en el aire interior.
El nuevo Indicador de Resistencia a la Propagación de Virus de My inBiot indica la probabilidad de propagación aérea de virus en un espacio interior. Basado en el RESET VIRAL INDEX, muestra en una escala 0-100 la resistencia que ofrece el aire de un espacio a la propagación de virus.
El indicador calcula el potencial de infección basándose en métricas de calidad del aire interior científicamente contrastadas, como la temperatura, la humedad relativa, la concentración de PM2.5 y el CO₂, evaluadas a través de la tecnología de monitorización de inBiot.
Aunque actualmente es imposible medir los virus transmitidos por vía aérea en tiempo real, sí es posible la monitorización continua de la capacidad de un edificio para minimizar el potencial de infección por transmisión aérea, a través de una serie de parámetros. Para ello, es necesario combinar la investigación científica con los resultados en tiempo real de forma normalizada y significativa. Esto ha demostrado el impacto directo de la humedad, la temperatura y las partículas en suspensión en el aire sobre la tasa de infecciones víricas.
Por lo tanto, para conocer el riesgo de infección, es necesario conocer la supervivencia de un virus, el impacto de los diferentes parámetros de calidad del aire interior en el sistema inmune y la dosis de dicha exposición:
[Supervivencia de virus]+[Sistema inmune]+[Dosis] = [Riesgo de infección]
A partir de esta información, se aplica el algoritmo resultante del trabajo de investigación realizado por RESET para la obtención del indicador virus, calculado en tiempo real en My inBiot a partir de los datos de monitorización de MICA:
· VS: Supervivencia de virus
· ISPM: Impacto de PM2.5 en el sistema inmune
· ISRH: Impacto de la humedad relativa en el sistema inmune
· PVDr: Riesgo potencial de dosis vírica
· AIP: Potencial de infección por vía aérea
· RVI: Indicador virus RESET
Temperatura
La tasa de infección de virus se reduce significativamente a temperatura ambiente (20ºC), en comparación con temperaturas más frías a las que los virus tienen mayor persistencia. Por otro lado, a altas temperaturas, los virus se desestabilizan y generalmente se reduce su capacidad de contagio. Las altas temperaturas pueden reducir la actividad de los virus, y en algunos casos, pueden llegar a inactivarla. Además, a bajas temperaturas se reduce la eficiencia de nuestras defensas innatas en las vías respiratorias.
Humedad relativa
Una humedad relativa entre el 40% y el 60% es ideal desde el punto de vista del confort termohigrométrico, aunque en términos de inactivación de virus, 50% es el nivel óptimo, ya que los virus presentan menor actividad.
Con humedad relativa significativamente baja (menor al 40%) se resecan las mucosas de las vías respiratorias, reduciendo su capacidad de protección frente a la entrada de agentes patógenos en el organismo. Con humedad relativa alta (mayor al 60%), aumenta la proporción de gérmenes patógenos en el aire y existe una mayor probabilidad de proliferación de mohos.
CO₂
La ventilación es la estrategia clave para reducir la concentración de contaminantes en el aire interior, sean compuestos químicos o agentes biológicos como virus. Niveles de CO₂ altos indican un espacio con una ventilación deficitaria y, por lo tanto, un mayor riesgo de concentración de virus en el aire.
PM2.5
La transmisión y la virulencia de los virus también depende del tamaño y de la concentración de los aerosoles respirados. Con respiración nasal típica, los aerosoles se pueden depositar de manera continua en el sistema respiratorio. Y en particular, los aerosoles pequeños (los menores de 2.5 μmn - PM2.5) penetran profundamente en el tracto respiratorio y tienen la capacidad de permanecer más tiempo en suspensión que partículas de mayor tamaño (PM10), que se depositan en las superficies con mayor facilidad, debido a la gravedad.
ulo modificado en base a RESET)
La transmisión de virus en espacios interiores es tan compleja y diversa, que puede cambiar significativamente en función del tipo de virus. Hay varios parámetros clave relevantes en los espacios interiores, como la temperatura, la humedad relativa, la eficacia de la ventilación calculada a partir de la concentración de CO₂, o las partículas en suspensión presentes en el aire interior.
El nuevo Indicador de Resistencia a la Propagación de Virus de My inBiot indica la probabilidad de propagación aérea de virus en un espacio interior. Basado en el RESET VIRAL INDEX, muestra en una escala 0-100 la resistencia que ofrece el aire de un espacio a la propagación de virus.
El indicador calcula el potencial de infección basándose en métricas de calidad del aire interior científicamente contrastadas, como la temperatura, la humedad relativa, la concentración de PM2.5 y el CO₂, evaluadas a través de la tecnología de monitorización de inBiot.
Aunque actualmente es imposible medir los virus transmitidos por vía aérea en tiempo real, sí es posible la monitorización continua de la capacidad de un edificio para minimizar el potencial de infección por transmisión aérea, a través de una serie de parámetros. Para ello, es necesario combinar la investigación científica con los resultados en tiempo real de forma normalizada y significativa. Esto ha demostrado el impacto directo de la humedad, la temperatura y las partículas en suspensión en el aire sobre la tasa de infecciones víricas.
Por lo tanto, para conocer el riesgo de infección, es necesario conocer la supervivencia de un virus, el impacto de los diferentes parámetros de calidad del aire interior en el sistema inmune y la dosis de dicha exposición:
[Supervivencia de virus]+[Sistema inmune]+[Dosis] = [Riesgo de infección]
A partir de esta información, se aplica el algoritmo resultante del trabajo de investigación realizado por RESET para la obtención del indicador virus, calculado en tiempo real en My inBiot a partir de los datos de monitorización de MICA:
· VS: Supervivencia de virus
· ISPM: Impacto de PM2.5 en el sistema inmune
· ISRH: Impacto de la humedad relativa en el sistema inmune
· PVDr: Riesgo potencial de dosis vírica
· AIP: Potencial de infección por vía aérea
· RVI: Indicador virus RESET
Temperatura
La tasa de infección de virus se reduce significativamente a temperatura ambiente (20ºC), en comparación con temperaturas más frías a las que los virus tienen mayor persistencia. Por otro lado, a altas temperaturas, los virus se desestabilizan y generalmente se reduce su capacidad de contagio. Las altas temperaturas pueden reducir la actividad de los virus, y en algunos casos, pueden llegar a inactivarla. Además, a bajas temperaturas se reduce la eficiencia de nuestras defensas innatas en las vías respiratorias.
Humedad relativa
Una humedad relativa entre el 40% y el 60% es ideal desde el punto de vista del confort termohigrométrico, aunque en términos de inactivación de virus, 50% es el nivel óptimo, ya que los virus presentan menor actividad.
Con humedad relativa significativamente baja (menor al 40%) se resecan las mucosas de las vías respiratorias, reduciendo su capacidad de protección frente a la entrada de agentes patógenos en el organismo. Con humedad relativa alta (mayor al 60%), aumenta la proporción de gérmenes patógenos en el aire y existe una mayor probabilidad de proliferación de mohos.
CO₂
La ventilación es la estrategia clave para reducir la concentración de contaminantes en el aire interior, sean compuestos químicos o agentes biológicos como virus. Niveles de CO₂ altos indican un espacio con una ventilación deficitaria y, por lo tanto, un mayor riesgo de concentración de virus en el aire.
PM2.5
La transmisión y la virulencia de los virus también depende del tamaño y de la concentración de los aerosoles respirados. Con respiración nasal típica, los aerosoles se pueden depositar de manera continua en el sistema respiratorio. Y en particular, los aerosoles pequeños (los menores de 2.5 μmn - PM2.5) penetran profundamente en el tracto respiratorio y tienen la capacidad de permanecer más tiempo en suspensión que partículas de mayor tamaño (PM10), que se depositan en las superficies con mayor facilidad, debido a la gravedad.