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En nuestro anterior post hablamos de la Ventilación Mecánica controlada, un sistema que, al evitar la apertura de ventanas y gracias al recuperador de calor, resulta mucho más eficiente que la ventilación tradicional. Sin embargo, en ambos casos nos encontramos con las mismas cuestiones, ¿cómo sabemos cuándo es necesario ventilar? ¿cada cuánto tiempo y cuánto rato necesitamos ventilar una estancia cerrada?
La necesidad de renovación del aire de un espacio va a depender de la calidad del aire del mismo, la cual se puede medir mediante varios indicadores: Temperatura interior y exterior, Humedad relativa, concentración de CO₂, Compuestos orgánicos volátiles, Formaldehído o Partículas en suspensión en el aire, entre otros. Gracias a la medición de estos parámetros podremos tener una referencia objetiva de las necesidades de ventilación.
Así es como funcionan los sistemas de Ventilación Controlada por Demanda (DCV), una tecnología capaz de proporcionar a las personas que ocupan un edificio la cantidad adecuada de caudal de aire necesaria en cada momento y de forma automática.
Esta regulación se logra mediante la integración de un sensor (o una serie de sensores) que miden de manera continua distintos parámetros que condicionan el ambiente interior, como los mencionados anteriormente. La salida del sensor se aplica a un sistema de control que ajusta la tasa de flujo de aire exterior a través del sistema de ventilación según el nivel de demanda detectado, asegurando así que se mantenga continuamente una buena calidad del aire de forma eficaz y eficiente.
La principal ventaja que aporta la integración de esta tecnología a los sistemas de Ventilación Mecánica Controlada es que el usuario final no debe preocuparse de su programación: es un sistema automático inteligente que se adapta a las necesidades reales.
Por todo ello la Ventilación Controlada por Demanda ofrece múltiples beneficios:
Así pues, mediante sistemas DCV efectivos combinados con monitores de calidad de aire se pueden lograr importantes ahorros de energía y costes a la par que garantizamos un ambiente interior saludable.
Nuestros dispositivos MICA miden de manera continua los principales parámetros que condicionan la calidad del aire interior, pudiéndose integrar fácilmente en los sistemas HVAC para asegurar no solo una ventilación eficiente y eficaz, sino garantizándonos también altos niveles de salubridad y confort de forma automática.
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