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La concentración de dióxido de carbono (CO2) en el aire de espacios interiores es una medida clave de la eficiencia de la ventilación, que depende de la ocupación, el tipo de ventilación y el volumen de la estancia. La importancia de la ventilación radica en su impacto directo en la salud, diluyendo contaminantes y previniendo enfermedades respiratorias. Sin embargo, el uso de ventilación natural presenta desafíos, como la entrada incontrolada de contaminantes exteriores, la dificultad para controlar su eficacia y el impacto en la eficiencia energética y el confort térmico.
La normativa actual, Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE), establece requisitos en relación con la calidad del aire interior y la concentración de CO2 en espacios interiores. Y hace unas semanas, se aprobó la norma UNE 17138:2024 que busca abordar aspectos no contemplados en relación con la medición en continuo del CO2 para la protección de la salud y mejora del bienestar.
Aunque medir CO2 no es novedoso, su regulación en la normativa actual es limitada. Es una práctica cada vez más común y su monitorización continua es esencial para identificar el patrón de renovación de aire de un espacio y, por lo tanto, regular de forma eficaz y eficiente el sistema de ventilación implantado.
La norma propuesta busca:
La norma se aplica a edificios de uso colectivo, tanto nuevos como existentes. Complementa regulaciones existentes sobre calidad del aire interior y muestreo de CO2. Su objetivo es mantener un nivel de riesgo bajo en interiores, especialmente en relación con la transmisión de enfermedades respiratorias.
La norma cuenta con unos requerimientos generales de los medidores de CO2, los cuales deben:
Nuestros dispositivos MICA cuentan con sensores NDIR y cumplen todos los requisitos de resolución y precisión necesarios:
Los datos obtenidos en la medición se categorizan según el tipo de espacio y la temporada de infecciones respiratorias. Esto permite ajustar los umbrales de CO2 aceptables según el riesgo potencial de transmisión aérea de enfermedades. La norma establece un semáforo por categoría (Bueno, Aceptable, Límite de Acción) y asigna calificaciones según el porcentaje de tiempo en que la concentración de CO2 se encuentra en cada color del semáforo. Esto proporciona una evaluación detallada de la calidad del aire interior.
La norma propuesta es aplicable a edificios de uso colectivo, estableciendo un sistema de medición en continuo de CO2 con valores de referencia. Es complementaria a la legislación vigente y destaca requisitos específicos para sensores. Además, establece un proceso de auditoría y acreditación periódica para garantizar un funcionamiento continuo y fiable de las soluciones implantadas.
Este enfoque integral busca no solo mejorar la eficiencia de la ventilación sino también proteger la salud de las personas ocupantes y proporcionar herramientas para una gestión más informada de la calidad del aire interior.
Desde inBiot apoyamos esta propuesta que representa un paso hacia adelante en la creación de entornos interiores más seguros y saludables. Nuestros dispositivos de monitorización de CO2 y calidad del aire cumplen con los requisitos de la norma UNE 171380:2024, garantizando un entorno interior óptimo y cumpliendo con los más altos estándares de calidad. ¡Contáctanos para saber cómo podemos ayudarte a implementar estas soluciones en tu empresa!
